Un Oscar es el reconocimiento de mayor importancia que puede recibir un actor de cine por su trabajo. En las 88 ediciones de estos premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, han recibido la anhelada estatuilla dorada alrededor de 300 de ellos, ya sean de reparto o principales.

Precisamente las categorías más importantes de esta ceremonia son las de Mejor Actor y Mejor Actriz, junto a la del director y la película en general, debido a que el papel que desempeñan los protagonistas en un largometraje es clave y suele ser decisivo para juzgar un filme.
En ocasiones, los actores pueden limitarse a grabar escenas y recurrir al maquillaje y las pelucas, pero cuando se pierden las barreras entre realidad y ficción, y deben convertirse —además de mental, físicamente— en quien interpretarán para “sentir el personaje”, la recompensa debe ser mayor. 
La Academia ha valorado el esfuerzo de varios artistas al sobrepasar lo establecido socialmente para realizar una caracterización. Aumentar 15 kilos adicionales al peso ideal, convertirse en una persona del sexo opuesto, estudiar el efecto físico de las fases de una enfermedad terminal son alguna de las razones por las que estos actores han conseguido interpretar un papel que queda grabado en la memoria del público y que los consagra con el premio a la excelencia de la actuación; por eso y más decidimos hacer un especial con 5 de los artistas que debieron cambiar su imagen para ganar un Oscar.

El líder de la banda Thirty seconds to Mars ha vivido toda una montaña rusa de cambios drásticos en su paso por la gran pantalla. Su primer reto llegó con Chapter 27 (2007), cuando encarnó a Mark David Chapman, el tejano condenado a cadena perpetua por el asesinato de John Lennon. En esa oportunidad, el actor aumentó 30 kilos, siguiendo una dieta cargada de grasas y comida chatarra; lo que representó algo “absolutamente espantoso” para el vegetariano cantante, que terminó con problemas en las articulaciones.

La Academia ignoró por completo su esfuerzo, pero con Dallas Buyers Club (2013) sí conseguiría el Oscar como el Mejor Actor de Reparto por interpretar a Ryon, un joven transexual con VIH.

Para darle realismo a su personaje, Leto adelgazó aproximadamente 20 kilos; sobreviviendo con agua y poca comida durante un mes. Además, se afeitó las cejas y se depiló todo el cuerpo.
El cisne negro (2010) ha sido una de las películas más impactantes en la historia del cine. Este trabajo le brindó la oportunidad a la actriz, productora y directoria israelí de ganar el premio de la Academia; por su interpretación de la prestigiosa bailarina Nina Sayers.

Portman tuvo que someterse a un arduo entrenamiento en su preparación para este personaje. Dedicaba 8 horas diarias a ejercicios especiales que la ayudaran a conseguir los músculos largos y delgados característicos de las bailarinas; además nadaba 1 kilómetro al día. De igual forma, tomó clases de ballet, a pesar de que luego de ganar el Oscar, Sarah Lane, la bailarina que hizo de doble de la protagonista en el rodaje, asegurará que en 95% de las escenas aparece ella y no la actriz.

Ese fue el primer año que Natalie Portman consiguió la estatuilla; no solo por el baile sino por su interpretación desde el punto de vista emocional, la cual repite este año con la película Jackie, que la pinta como una de las favoritas para llevarse a casa el galardón como Mejor Actriz.

Este británico era casi irrelevante en el séptimo arte hasta La teoría del todo (2014), cuando tuvo que interpretar al físico teórico Stephen Hawking, actuación que lo hizo acreedor de un Oscar y consagró en el séptimo arte.

Durante la preparación del papel, el actor trabajo con un coreógrafo en clínicas con pacientes de esclerosis lateral amiotrófica y estudió las fases de esta enfermedad, centrándose en la pérdida de la voz. La idea de Eddie con sus 7 meses previos de entrenamiento era prepararse físicamente para el inicio rodaje; y luego concentrarse en las emociones; lo que claramente consiguió, no solo por el reconocimiento de la Academia sino del propio Hawking que aseguró pensar que era él mismo en la pantalla.

Un año más tarde, Redmayne volvería a transformarse para interpretar a la primera mujer transgénero en someterse a una cirugía de reasignación de sexo en La chica danesa (2015), lo que dio la oportunidad de estar nominado nuevamente como Mejor Actor; a pesar de que Leonardo DiCaprio fue quien consiguió el galardón.
La reconocida actriz sudafricana se consolido en el séptimo arte en la década de los noventa, pero fue con Monster (2003) que la Academia la nominó y la premió no solo por su actuación sino por su reconocible esfuerzo en la preparación del personaje.

Charlize tuvo un cambio impresionante para interpretar a Aileen Wuornos, alias El monstruo, una prostituta homosexual que se convirtió en asesina en serie. La actriz aumentó 10 kilos sobre su peso ideal —con ayuda de muchas rosquillas, aseguró— y utilizó dentadura postiza, lo que además del Oscar le dio un SAG, un Globo de Oro y el reconocimiento del público y la crítica.

Sin embargo, este no es fue el último cambio drástico de la sudafricana. En Mad Max: Furia en el camino (2015), la actriz se rapó la cabeza para interpretar a Imperator Furiosa, de quien se quería realizar una película biográfica, y actualmente forma parte de un nuevo proyecto, cuya fecha de estreno aún se desconoce, que la obligó a aumentar 15 kilos.

Este actor solía interpretar personajes sexys y atléticos, hasta Dallas Buyers Club (2013), película con la que consiguió su único premio por actuación en los Screen Actors Guild, los Critics Choice, los Golden Globes y los Oscars.

Su reto fue encarnar a Ron Woodroof, un vaquero drogadicto y homofóbico de 36 años diagnosticado de sida en fase terminal. Para el papel, tuvo que bajar 23 kilos en 4 meses; lo que consiguió con una dieta en la que solo comía claras de huevo, pequeñas porciones de pollo y galletas dietéticas.

“Siempre tenía hambre y vivía irritado. Mi cuerpo era como un pichón de pájaro pidiéndome todo el tiempo que lo alimentase y yo sabía que no iba a hacerlo. Fue muy difícil” confesó McConaughey en entrevistas durante la promoción de la película.