Aunque al principio se pensó que sería otra firma la que confeccionaría el traje de Meghan Markle en la boda real, celebrada este 19 de mayo, al final resultó que la casa de moda Givenchy fue la autora del vestido de seda que usaría la ahora duquesa de Sussex.
En realidad, fue un diseño sencillo, liso, blanco, sin muchos bordados y con un escote sutil en los hombros. Por supuesto, el velo, como la cola, fueron largos, llevados también por dos niños a la hora de subir al altar. Lo único que llevó encajes fueron los bordes del velo. Pero fue la elección de Meghan, quien decidió por la propuesta por la diseñadora y también directora de la marca, Claire Waight Keller.
Asimismo, la tiara que escogió fue de la Reina Mary de Inglaterra, compuesta por varios diamantes y dándole inicio a lo que sería el largo velo que uso. En cuanto al peinado, uso algo mas recogido y unos pendientes pequeños para la ocasión.
Definitivamente, fue una ceremonia donde la moda también se hizo presente, tanto en la novia, como en los invitados.